Parque Histórico de Guayaquil

 Esta visita fue muy interesante ya que pudimos darnos cuenta de los ecosistemas y seres vivos que tenemos en el Parque Histórico Guayaquil que es un área de 3 hectáreas donde se han recreado 4 ecosistemas los cuales son:

• Bosque seco tropical:

En el Bosque Seco Tropical la época seca dura 8 meses y la lluviosa 4, su temperatura aproximadamente es de 26ºC, lo que desarrolla diferentes estrategias de adaptación para sobrevivir, por lo que han desarrollado tallos abombados, hojas pequeñas y compuestas, y flores que duran solo 24 horas.

• Bosque de manglar

Asociación de árboles con raíces adaptadas al fango, algunas tienen raíces largas y otras sobresalen del suelo; sus hojas caen al fango produciendo materia orgánica: entre sus raíces viven, se reproducen y alimentan especies bioacuáticas.

Están clasificados por:

1. Mangle Rojo, colorado, gateado
2. Mangle Rojo, caballero
3. Mangle Jeli o Mangle Botón
4. Mangle blanco
5. Mangle negro, iguanero o salado

• Bosque de llanura inundable

Dentro de estos humedales se desarrolla una gran diversidad de especies de plantas y animales. El agua acumulada desciende hasta las capas subterráneas y recarga los llamados acuíferos, disminuyendo la erosión. Así, también se mitigan las inundaciones dañinas. De estos bosques además se obtiene agua dulce para uso doméstico, agrícola e industrial.

Dentro del Parque Histórico Guayaquil se han sembrado 22 especies de las plantas nativas y endémicas de la costa, como crinum, tifas, cabezonillo, maravilla y jacinto de agua que es más conocido como lechuguin.

• Bosque de garúa

Generalmente ubicado sobre los 300 metros sobre el nivel del mar con garúa constante. Son ecosistemas que actúan como esponjas, atrapando el agua atmosférica. Su suelo es muy rico en nutrientes y minerales. Siempre se encuentra verde y tiene muchas plantas epifitas. Estos bosques son el refugio de gran variedad de especies de plantas y animales, especialmente aves.

¿Qué son plantas epifitas?

Sus raíces pueden ser aéreas y sus hojas, en algunos casos, forman una especie de "tanque contenedor" que recoge el agua de las lluvias o del rocío. Estas plantas no toman sus nutrientes de la planta sobre la que viven, sino que los obtienen del ambiente, del aire y polvo.